Tiempo para ti: cómo usar el verano para reconectar contigo mismo
15 de julio de 2025
El verano no solo es una estación de sol y vacaciones; también puede convertirse en una poderosa oportunidad para parar, mirar hacia dentro y reconectar contigo mismo. En una sociedad donde el ritmo acelerado nos lleva de una tarea a otra sin apenas pausa, aprender a aprovechar este tiempo para nuestro bienestar emocional y bienestar mental es clave para una vida más plena. En este artículo de Mentae, exploramos cómo usar el verano como herramienta de autocuidado desde la psicología, el mindfulness y el crecimiento personal.
La importancia del descanso consciente
Durante el año solemos estar atrapados en rutinas rígidas: trabajo, estudios, compromisos familiares, metas… En muchos casos, esa actividad constante deja poco espacio para la introspección. El verano, al romper con esa dinámica, nos ofrece la posibilidad de hacer una pausa y reconfigurar nuestra relación con nosotros mismos.
Pero descansar no significa únicamente dejar de hacer cosas. También implica darnos permiso para reconectar contigo mismo, observar cómo te sientes, qué necesitas, y si la vida que llevas va en sintonía con tus valores. Desde la psicología, sabemos que estos momentos de pausa consciente son fundamentales para prevenir el desgaste emocional, el estrés crónico o la sensación de vacío que muchas personas arrastran sin saber por qué. Son también una vía eficaz para promover nuestro bienestar emocional y mantener el equilibrio del bienestar mental.
¿Qué significa reconectar contigo mismo?
Reconectar contigo mismo es un proceso de reconexión emocional, mental y corporal. Implica prestar atención a tus emociones, tus pensamientos y tus necesidades profundas. Muchas veces, vivimos de forma desconectada: actuamos en piloto automático, reaccionamos sin pensar o ignoramos señales internas que nos indican que algo no va bien.
Este proceso no es instantáneo ni mágico, pero sí muy transformador. Significa, por ejemplo:
- Escuchar tus emociones sin juzgarlas.
- Preguntarte qué necesitas más allá de lo que otros esperan de ti.
- Recuperar actividades que te nutren o te hacen sentir auténtico.
- Poner límites donde antes callabas.
- Redescubrir lo que te apasiona.
Y el verano, por su ritmo más pausado, puede ser el escenario ideal para comenzar este viaje interior hacia tu bienestar emocional y bienestar mental.
El papel del mindfulness en el verano
El mindfulness o atención plena es una herramienta muy útil para favorecer este proceso de reconexión. Consiste en entrenar la mente para estar presente, sin juicios, en el aquí y ahora. Esta práctica, basada en la tradición meditativa y respaldada por la psicología contemporánea, nos ayuda a observar sin reaccionar, a respirar con intención, a estar realmente en lo que hacemos.
Practicar mindfulness en verano puede ser tan simple como:
- Comer una fruta fresca con atención plena, saboreando cada bocado.
- Dar un paseo descalzo por la arena sintiendo el contacto con la tierra.
- Observar el atardecer sin prisas.
- Respirar profundamente al despertar o antes de dormir.
- Escuchar el canto de los pájaros o el sonido del mar sin distracciones.
Estos pequeños momentos nos conectan con el presente y nos alejan del ruido mental constante. Nos invitan a reconectar contigo mismo, a través del cuerpo y la respiración, dos grandes aliados del bienestar emocional.
Crear espacios de silencio y soledad elegida
En un mundo lleno de estímulos, encontrar silencio se ha vuelto un lujo. Sin embargo, el silencio no es vacío, sino un espacio fértil donde la mente se aclara y el corazón habla.
Aprovechar el verano para crear pequeños espacios de soledad elegida (no de aislamiento, sino de pausa consciente) puede ayudarnos a ordenar pensamientos, aclarar emociones y tomar decisiones importantes.
Algunas ideas:
- Dedicar unos minutos al día a escribir un diario emocional.
- Hacer escapadas a la naturaleza donde puedas caminar en silencio.
- Desconectar del móvil algunas horas al día.
- Leer libros que inviten a la reflexión o el crecimiento personal.
- Explorar nuevas actividades creativas como dibujar, pintar, cocinar o tocar un instrumento.
Estos espacios favorecen el autoconocimiento, un pilar clave en el trabajo terapéutico que realizamos desde Mentae con muchas personas que buscan mejorar su bienestar emocional y su conexión interior.
Verano: oportunidad para revisar hábitos
El descanso veraniego también puede usarse como una especie de “reajuste de hábitos”. En lugar de llenar cada día de planes y compromisos sociales, podemos permitirnos mirar nuestros ritmos y preguntarnos:
- ¿Estoy durmiendo lo suficiente?
- ¿Cómo me alimento?
- ¿Cuánto tiempo paso frente a pantallas?
- ¿Me muevo lo suficiente o practico algún ejercicio que me guste?
- ¿Qué me dice mi cuerpo cuando paro?
Desde la psicología, sabemos que el bienestar emocional no depende únicamente de grandes decisiones, sino de pequeñas acciones sostenidas. Cambiar un solo hábito (por ejemplo, dormir mejor o reducir la autoexigencia) puede tener un impacto profundo en nuestro bienestar mental.
El verano puede ser ese laboratorio ideal donde experimentar nuevas formas de cuidarte, sin la presión de la rutina habitual.
Cuidar la relación con uno mismo
Cuando hablamos de reconectar contigo mismo, también hablamos de tratarte con más compasión. Muchas personas viven en una relación hostil consigo mismas, marcada por la crítica interna, el perfeccionismo o la culpa.
Aprovecha este verano para cambiar el diálogo interno. En lugar de exigirte constantemente, intenta hablarte como hablarías a alguien a quien quieres. Algunas prácticas para fortalecer esa relación:
- Repetir afirmaciones amables como “Estoy haciendo lo mejor que puedo”.
- Agradecerte pequeñas acciones cotidianas.
- Reconocer tus esfuerzos en lugar de solo los logros.
- Permitir el error sin autocastigo.
Desde Mentae, trabajamos cada día con personas que necesitan reconstruir esa relación interna. No se trata de ego ni de narcisismo, sino de bienestar emocional y equilibrio desde la psicología.
Reconexión en soledad… o acompañado
Aunque el artículo se centra en cómo reconectar contigo mismo, es importante recordar que este proceso puede darse tanto en soledad como acompañado. Hay personas que encuentran esa conexión a través del vínculo: una conversación honesta con alguien cercano, una terapia transformadora, una actividad compartida que nutre.
Si sientes que no puedes hacerlo solo o sola, pedir ayuda es un acto de valentía. La terapia psicológica no es solo para “crisis”, sino también para procesos de autodescubrimiento, autoestima y crecimiento personal.
En Mentae, estamos comprometidos con acompañarte en ese viaje, ya sea en verano o en cualquier etapa del año, fomentando tanto tu bienestar emocional como tu bienestar mental.
No idealizar el verano: aceptar lo que hay
Aunque el verano se asocia a alegría, descanso y desconexión, no siempre es así para todo el mundo. Algunas personas pueden sentirse más solas, experimentar ansiedad al romper rutinas o enfrentarse a momentos difíciles como un duelo reciente.
Reconectar contigo mismo también es aceptar cómo te sientes, aunque no encaje con lo que “se espera” de estas fechas. Es válido estar triste, confundido, cansado o simplemente neutro. El bienestar emocional no consiste en forzarse a estar bien, sino en aprender a acompañarse en cada emoción.
Si este verano no es luminoso para ti, date permiso para sentirlo sin culpa. Escúchate con cariño. Busca apoyo si lo necesitas. Recuerda que todo pasa, y que incluso las estaciones emocionales más duras tienen su propio ciclo.
El verano es una estación ideal para frenar, observar y reconectar contigo mismo. No se trata solo de descansar el cuerpo, sino también de darle espacio al alma para respirar. A través del silencio, el mindfulness, la revisión de hábitos y el cuidado emocional, podemos usar este tiempo como un trampolín hacia una versión más consciente y auténtica de nosotros mismos.
En Mentae, creemos profundamente en la capacidad de las personas para transformarse y cuidarse mejor. Si este verano sientes la llamada de mirar hacia dentro, escúchala. Quizás sea el primer paso hacia una relación más sana contigo, hacia un bienestar emocional real, duradero y con impacto en tu bienestar mental.
Y recuerda: nunca estás solo en este camino. En Mentae podemos acompañarte desde la psicología para ayudarte a reconectar contigo mismo, entender lo que sientes y avanzar hacia tu bienestar emocional. Si lo necesitas, no dudes en pedir una primera consulta con nuestro equipo.
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