21 de mayo de 2016
A lo largo de la vida pasamos por situaciones complicadas en las que ponemos en duda el apoyo que recibimos de nuestro entorno.
Nos olvidamos de que todo lo que sucede en nuestras vidas tiene que ver con nosotros mismos y ocurre por alguna razón. Somos los únicos responsables de nuestras circunstancias y las fortalezas y debilidades que poseemos jugarán un gran papel aquí.
El conocimiento que tenemos de nosotros mismos es muy superficial, lo cual puede ser el detonante para creer que no podemos conseguir algo, pensar que todo lo malo nos sucede a nosotros o que no seremos capaces de alcanzar nuestros objetivos.
Podemos definir fortaleza personal como aquella cualidad que te hace resaltar positívamente en algo. Nuestras fortalezas personales son aquellas cosas que se nos dan muy bien o las habilidades y capacidades especiales que tenemos para realizar alguna tarea en concreto de forma fácil. Hay personas que dependiendo del tipo de vivencias que ha tenido en su vida les puede resultar más fácil hacer una cosa concreta que a otras personas.
Una debilidad personal es aquello que se nos resiste, que no se nos da bien hacer o una aptitud que no nos favorece en nuestra personalidad. Las debilidades pueden ser atributos que nos llevan a fallar en un área concreta de nuestra vida personal o profesional, cosas en las que solemos meter la pata o que no tenemos gran habilidad para hacer.
El primer paso es comprometerse con uno mismo para ser realista a la hora de analizar en qué aspectos puedes mejorar y en cuales destacas. Trata de recordad situaciones y experiencias en las que hayas salido victorioso o en la que hayas fracasado y busca cuáles son aquellas aptitudes que te llevaron a ello.
Existe una herramienta muy útil para conocerte mejor a ti mismo, ayuda a las personas a conocer sus debilidades y fortalezas, hablo de la Ventana de Johari. Completa cada área del siguiente gráfico indicando con total sinceridad y en el caso del “área ciega”, con ayuda de quienes te rodean.
Confío en que este ejercicio reflexivo te ha permitido descubrir en ti facultades y flaquezas que hasta ahora no reconocías. Actúa en consecuencia a ellas, aprovecha tus fortalezas o actúa en consecuencia con tus debilidades.
Elena Peñalver González | Psicóloga en Madrid