19 de Diciembre de 2014
La creación de un buen vínculo afectivo, es decir, un apego seguro, dependerá de las experiencias y relaciones del niño con sus padres o cuidadores primarios. Si las necesidades emocionales y físicas se satisfacen con coherencia, predecibilidad y sin invadir, y las figuras de apego son sensibles a estas necesidades (están atentos a ellas y son empáticos entendiendo porqué surgen); entonces existe una elevada probabilidad de desarrollar un apego seguro.
En caso contrario, si los cuidadores primarios han rechazado, maltratado, abandonado a los niños o las necesidades emocionales o físicas de estos no se han satisfecho con normalidad, entonces aumenta la probabilidad de que se acabe desarrollando un apego inseguro.
En la creación de este vínculo afectivo hay que tener en cuenta un periodo crítico dentro del cual tiende a desarrollarse con mayor facilidad. Esta ventana de oportunidad se sitúa entre los 0 y los 3 años. Durante esta etapa los circuitos del cerebro del niño están predispuestos para aprender como relacionarse con una figura de apego. Y estos aprendizajes formarán patrones de conducta que el niño interiorizará y pondrá en marcha en sus futuras relaciones interpersonales. Un adecuado aprendizaje de las conductas de apego dará lugar a que de adulto sepa establecer relaciones sociales sanas y constructivas.
Hemos dicho que la formación del apego dependerá de las relaciones con los cuidadores primarios en sus primeros años de vida. En ese punto cabe recordar que algunos de los niños adoptados tienen otro hándicap al haber perdido a sus padres biológicos y haber sufrido experiencias traumáticas como el paso por orfanatos o familias de acogida. En el caso de los orfanatos , por ejemplo, el ratio de los cuidadores puede llegar a 30 niños por adulto.
El concepto de Teoría de la Mente fue algo que abrió mis ojos con respecto al Trastorno Autista cuando lo estudié, es cierto que estas personas no son capaces de empatizar, pero eso es solo un pequeño punto de muchos otros que hay al no tener Teoría de la Mente. No me parece bien que las comparen, ya que digamos que la teoría de la mente es un concepto mucho más complejo que la empatía y abarca muchos procesos mentales diferentes.
En otros casos los niños pueden pasar por familias de acogida temporales en donde pueden mejorar o no sus condiciones de vida. Estas familias acogen en su seno a los niños a cambio de dinero. Si bien es cierto que algunas lo hacen con las mejores intenciones poniendo en ellos todo su amor, otras, en cambio, los acogen temporalmente por los ingresos que traen consigo. Llegando a haber auténticas familias “mercenarias”, que apenas satisfacen las necesidades físicas más básicas de estos niños, como la comida.
Cuanto más tiempo pasa el niño por estas condiciones de vida más probabilidad hay de que sufra maltrato, abandono, abusos y carencias de todo tipo. Lo que favorece la creación de un apego inseguro, del cual hablaremos en próximos artículos.
Samuel Gómez Jiménez | Psicólogo Sanitario en Madrid