En la sociedad de hoy hay una gran propaganda de la belleza en el cuerpo, lo que hace mella en muchas personas que no se sienten a gusto consigo mismas o pasan por situaciones difíciles que no consiguen manejar. Este tipo de alteraciones tienen un gran peso social y cultural.
Los trastornos de la conducta alimentaria se caracterizan por un comportamiento alterado ante la ingesta alimentaria o la aparición de conductas de control de peso. Esta alteración lleva como consecuencia problemas físicos como el adelgazamiento, problemas intestinales o casos extremos como la menarquía en mujeres, y del entorno del individuo como no querer comer con la familia, mentir sobre la ingesta o consumir laxantes u otras medidas que pueden poner en riesgo la salud física de la persona, llegando incluso a requerir hospitalización.
“A veces nuestra propia mente es nuestro peor enemigo”
“A veces nuestra propia mente es nuestro peor enemigo”
Dado que la anorexia y la bulimia se dan con más frecuencia en la adolescencia, el papel de la familia es fundamental en la prevención, detección y tratamiento de la enfermedad. Es importante que una vez se detectan conductas relacionadas con este tipo de trastornos como es la negativa a comer, o algo tan visual como la delgadez extrema, busquemos la ayuda de un profesional ya que en consulta podremos abordar, no solo el problema de alimentación, sino todas las preocupaciones que el paciente guarda para sí mismo y no es capaz de lidiar con ellas.
Otras alteraciones de la ingesta que podemos tratar en consulta son la obesidad en la que la persona aumenta de peso a pesar de sus intentos por controlarlo. Aquí nosotros podemos darle herramientas y ayudarle a lo largo del proceso de recuperación, teniendo en cuenta siempre sus necesidades nutritivas. El trastorno por atracón es una alteración que está cobrando fuerza hoy en día y para el que también es aconsejable acudir a consulta para conseguir una mejoría y prevenir futuras recaídas.
[…] trastornos de la conducta alimentaria, seguramente a todos nos venga a la cabeza la anorexia o la bulimia. Sin embargo, y pese a que aún […]